La fortaleza de AL-Arish
Un Monumento a las Mareas Tumultuosas de la Historia
En el tapiz de la rica historia de Egipto, la Fortaleza de El Arish es un testimonio solitario del pasado histórico de la región.
Erigida durante la época mameluca, esta formidable estructura no es sólo una maravilla arquitectónica, sino también un testigo mudo de la efervescencia de la historia.
El asedio de El Arish: Un choque de imperios
En los muros de la fortaleza resuenan los relatos de un capítulo importante de su historia: el asedio de las fuerzas francesas al mando de Napoleón Bonaparte.
En un dramático asedio de once días, que comenzó el 19 de febrero de 1799, las fuerzas francesas se enfrentaron al poderío del Imperio Otomano.
Un campo de batalla de titanes
El ejército francés, con 2.160 soldados, estaba dirigido por el general Jean Reynier.
En marcado contraste, las fuerzas otomanas, al mando de Abdullah Pasha, contaban con más de 15.000 soldados.
Esta disparidad numérica preparó el terreno para una batalla histórica.
Las mareas cambiantes de la guerra
En el preludio del asedio, Abdullah Pasha de Damasco, bajo las órdenes de Jezzar Pasha, aseguró Kalaat El Arish con 4.000 soldados y 3 cañones.
Mientras las fuerzas otomanas fortificaban la aldea y su fortaleza, la división de Reynier, estacionada en el fuerte de Katieh, se preparaba para el inminente conflicto.
El 8 de febrero de 1799, los franceses habían capturado a un mensajero mameluco que revelaba la caída de El Arish en manos turcas.
Reynier pidió inmediatamente refuerzos a Bonaparte y situó sus fuerzas estratégicamente cerca de El Arish.
La batalla que siguió fue testigo de feroces intercambios, en los que la 85ª demibrigada francesa capturó la aldea, obligando a los defensores otomanos a entrar en la fortaleza.
El saldo de este encuentro inicial fue elevado: los franceses sufrieron 200 bajas y 300 heridos, mientras que las pérdidas otomanas incluyeron 500 muertos, heridos o capturados.
El bloqueo y el asalto final
Las principales fuerzas otomanas tomaron posiciones el 12 de febrero, cuando la división de Kleber alcanzó Kalaat El Arish, iniciando un bloqueo.
La división de Reynier, mientras tanto, aseguró el campamento turco tras un exitoso asalto.
El asedio final de la fortaleza comenzó en serio los días 18 y 19 de febrero, con el fuego de la artillería francesa golpeando las fortificaciones turcas.
El 20 de febrero, los franceses lanzaron su asalto decisivo, que culminó con la toma de la fortaleza.
Después, las pérdidas turcas fueron significativas, con 400 muertos o heridos.
Sorprendentemente, unos 300 se unieron al ejército francés, mientras que otros se buscaron la vida en lugares tan lejanos como Gran Bretaña, ayudados por comandantes militares británicos.
Legado de la Fortaleza
Hoy en día, la Fortaleza de El Arish es un conmovedor recordatorio de la tumultuosa historia que dio forma a esta región.
Sus muros, marcados por los estragos del tiempo y los conflictos, siguen contando una historia de resistencia, estrategia y el curso siempre cambiante de la historia humana.
Quienes visitan este antiguo monumento no sólo exploran una reliquia del pasado, sino que se adentran en las páginas de un libro de historia, donde el pasado da vida al presente.
Creado el 18 de marzo de 2020
Actualizado el sep de 2024