Hathor y Bes
Hathor y Bes: Desvelando los Tesoros de la Devoción
Al salir de las profundidades del santuario y volver a la acogedora fachada del templo, un tesoro de maravillas antiguas aguarda nuestra ávida mirada.
Esparcidos ante nosotros hay fragmentos de una época pasada, piezas de maravillas arquitectónicas y reliquias que hacen eco de las voces del pasado.
Entre estos venerables tesoros, encontramos el encanto intemporal de Hathor y el caprichoso encanto de Bes, dos deidades cuya presencia reverbera por todo este complejo sagrado.
Hathor: La Diosa Radiante
Entre los fragmentos de los edificios de los templos, encontramos varias exquisitas cabezas de Hathor, cada una de ellas testimonio de la perdurable veneración tributada a esta diosa celestial.
Hathor, la encarnación del amor, la música y la maternidad, adorna estos rostros tallados con una belleza etérea que trasciende el tiempo.
Su semblante sereno habla de una conexión eterna entre el reino terrenal y los cielos, una presencia divina que ha inspirado a innumerables almas a lo largo de los siglos.
Bes: El Enigmático Protector
Bes, la diminuta pero enigmática deidad, emerge de las piedras en un delicioso relieve.
Con su aspecto cómico y su encanto distintivo, Bes ha dejado una huella indeleble en este complejo.
Venerado como guardián de los hogares y protector de las mujeres durante el parto, su presencia invoca una sensación de confort y seguridad.
En los espacios sagrados del templo, se creía que la caprichosa imagen de Bes alejaba a los espíritus malévolos, garantizando el bienestar de todos los que buscaban consuelo entre estos muros sagrados.
Cuando nos encontramos entre estas reliquias dispersas y tesoros tallados, las historias de Hathor y Bes cobran vida, susurrando secretos de devoción y protección, amor y alegría.
Su presencia perdurable, grabada en piedra, nos recuerda las conexiones intemporales forjadas entre los mortales y lo divino en el corazón sagrado de Egipto.
En el tapiz de los antiguos templos de Egipto, cada bloque y relieve encierra una historia, cada fragmento un capítulo de la epopeya de la espiritualidad humana.
Hathor y Bes, inmortalizados en estos fragmentos, nos invitan a seguir explorando, a desenredar los hilos de la devoción que unen el pasado y el presente, invitándonos a participar en la danza eterna de la fe y el asombro.
Creado el 18 de marzo de 2020
Actualizado en Ago , 2024