Roman Mammisi
La Mammisi romana: Un Tapiz de Misterios Antiguos
En el corazón del paisaje místico de Egipto, emerge de los anales de la historia una joya menos conocida: el Mammisi romano.
Este lugar sagrado conlleva un aura de significado intemporal, donde los hilos de la mitología y la devoción tejen un relato cautivador.
El Regalo de Nectanebo I a los Dioses
Un antiguo mamissi, situado al sur, es testimonio de la antigua reverencia que se rendía al joven dios Ihy, vástago de la unión divina entre Hathor y Horus de Edfu.
Sus muros sagrados sirven de lienzo a los reyes ptolemaicos, capturados en el acto de ofrecer su homenaje a la benévola Hathor.
En la pared norte se despliega un cuadro conmovedor, que representa al dios creador Khnum elaborando hábilmente al niño, con Hekat, la diosa del parto, encarnando su papel sagrado como rana.
Basílica copta: Un testamento del paso del tiempo
En medio de esta tierra sagrada, enclavada entre las dos casas natales, emergen los vestigios de una basílica copta del siglo V d.C., testigo mudo de la rueda siempre giratoria del tiempo.
Bajo la atenta mirada de los arqueólogos, un diligente trabajo de restauración insufla nueva vida a este antiguo santuario.
Santuario de Curación y Transformación
Junto a los vestigios de la iglesia en ruinas, encontramos los restos de un sanatorio único, que se cree que es el único ejemplo superviviente de su clase.
Aquí, un círculo de bancos acuna los recuerdos de los enfermos, que una vez descansaron, con la esperanza corriendo por sus venas, mientras esperaban el toque milagroso de los sacerdotes del templo.
Una inscripción hallada en la base de una estatua en estos sagrados terrenos desvela un secreto tentador: el agua, que cae en cascada sobre los textos sagrados inscritos en las estatuas, se transmuta en un elixir curativo, capaz de disipar las enfermedades más oscuras.
Las pilas, ahora erosionadas por el tiempo, son testigos de los antiguos rituales de curación y rejuvenecimiento.
El Enigmático Lago Sagrado
En la esquina suroeste del recinto del templo, un lago sagrado rectangular, envuelto en misterio, reflejaba antaño el cielo.
En la actualidad, está vacío de agua y sus límites están delimitados por altos árboles que han echado raíces entre sus antiguos muros.
Una sinfonía de escalones, ingeniosamente ocultos en la piedra, conducía a los peregrinos hasta la orilla del agua cuando ésta fluía a un nivel más bajo.
Junto al lago, un pozo, cuyos escalones tallados en la roca son testimonio de la antigua artesanía, servía como fuente vital de agua para los rituales diarios del templo, una línea vital que conectaba los reinos terrenal y divino.
Adéntrate en la Mammisi romana, donde cada piedra e inscripción encierra ecos de un mundo antiguo, a la espera de revelar sus secretos a quienes pisan su suelo sagrado.
Aquí, el tiempo mismo se convierte en un tapiz, tejido con hilos de devoción, mito y maravilla perdurable.
Creado el 18 de marzo de 2020
Actualizado en Ago , 2024