Pirámide de Abu Rawash de Djedefre
El lago Bardawil: Una joya enigmática de la península del Sinaí
Enclavado en la prístina costa septentrional de la península del Sinaí, el lago Bardawil es un testimonio de la belleza diversa y enigmática de Egipto.
Esta extensa laguna salina, de unos 30 kilómetros de longitud y hasta 14 kilómetros de anchura en su punto más ancho, es un paraíso para los entusiastas de la naturaleza y una piedra angular en el paisaje ecológico de la región.
El lago Bardawil es uno de los tres lagos significativos del Sinaí, compartiendo esta distinción con el renombrado Gran Lago Amargo y el Pequeño Lago Amargo.
Sin embargo, las arenas movedizas del tiempo han transformado lentamente Bardawil.
Antaño un inmenso lago, ahora se parece cada vez más a una playa o sabkha, una llanura salada.
Esta evolución es un ejemplo sorprendente del lienzo siempre cambiante de la naturaleza, donde el lago va cediendo paso al abrazo del desierto.
Las aguas poco profundas del lago, que alcanzan unos 3 metros de profundidad, están separadas del mar Mediterráneo por una simple barra de arena.
Las aguas del mar rompen ocasionalmente esta barrera natural, contribuyendo a la alta salinidad del lago y creando un entorno acuático único.
Bardawil no es sólo una maravilla geográfica; es un tesoro ecológico.
Reconocido por la Convención Internacional de Ramsar por sus humedales protegidos, el lago alberga una impresionante biodiversidad.
Sorprendentemente, el 30% de las especies registradas a lo largo de la costa mediterránea del Sinaí encuentran refugio en sus aguas y orillas.
Entre sus habitantes se encuentra el charrancito común, una importante población que se suma a la importancia ornitológica del lago.
Seis especies amenazadas, incluida la exquisita Iris Mariae, encuentran refugio en los diversos hábitats del lago.
Éstos van desde aguas abiertas y marismas húmedas hasta llanuras de arena salina, dunas estabilizadas y extensiones de arena móvil.
La zona circundante también es conocida por su fauna, que incluye tortugas marinas y delfines mulares.
Sin embargo, la elevada tasa de mortalidad de las tortugas marinas de la zona ha suscitado preocupación ecológica.
La riqueza botánica abunda cerca del lago Bardawil, con seis especies de plantas amenazadas identificadas en el Libro Rojo de Datos de la UICN de 2006.
Entre ellas hay especies endémicas como Astragalus Cameleroum y Bellevalia Salah-Eldein, que subrayan la flora única de la zona.
Históricamente, el lago Bardawil puede estar relacionado con la legendaria Ciénaga Serbónica descrita por Heródoto, situada entre Damieta y el monte Casio.
Esta conexión histórica añade una capa de misterio e intriga, entrelazando la importancia ecológica del lago con el rico tapiz de la historia egipcia.
Además, algunos estudiosos del Éxodo hebreo creen que el lago Bardawil puede estar cerca de la cuarta estación del Éxodo, conocida como Pi-hahiroth.
Esta posible proximidad a un lugar de tanta importancia histórica y religiosa aumenta el atractivo cultural e histórico del lago.
En resumen, el lago Bardawil es algo más que una masa de agua; es una confluencia de historia, cultura y naturaleza.
Su paisaje siempre cambiante, su rica biodiversidad y sus conexiones históricas lo convierten en un destino fascinante para quienes buscan explorar los caminos menos transitados del patrimonio natural y cultural de Egipto.