La Pirámide del Norte
Desvelando la Enigmática Pirámide Norte de Egipto: Un viaje al pasado
La enigmática Pirámide del Norte, enclavada en el antiguo yacimiento de Zawyet el-Aryan, se envuelve en un halo de misterio, ofreciendo tentadores atisbos del pasado remoto de Egipto.
Esta estructura, como una sinfonía inacabada, nos invita a descifrar sus secretos.
En 1903, el intrépido explorador Barsanti se embarcó en una búsqueda para desvelar su enigma, desenterrando pistas que han cautivado a historiadores y arqueólogos desde entonces.
Las excavaciones de Barsanti revelaron una extensa zanja inclinada que desembocaba en una fosa, donde emergían de las arenas del tiempo los restos de una plataforma de forma cuadrada que medía la asombrosa cantidad de 200 metros cuadrados.
Esta tentadora prueba insinúa la grandeza que podría haber alcanzado esta pirámide si se hubiera completado.
Su escala potencial habría rivalizado con la majestuosa Pirámide de Jafre en Guiza, lo que sugiere su construcción durante la Cuarta Dinastía, posiblemente durante los reinados de los faraones Jafre y Djedefre, que dejaron sus huellas indelebles en el antiguo legado de Egipto.
Cuando Barsanti se adentró en los recovecos de la zanja, encontró enormes bloques de granito y piedra caliza que parecían tener un propósito, probablemente destinados a una cámara funeraria.
Bajo la superficie de la zanja, un colosal sarcófago de forma ovalada, hecho de exquisito granito rosa, aguardaba a ser descubierto, aunque su conexión con la estructura seguía siendo incierta.
Curiosamente, surgió un estilo de diseño paralelo durante la excavación de Petrie de la pirámide de Djedefre, en Abu Rawash, donde se desenterraron piezas de un sarcófago similar, lo que aumentó el enigma.
Un peculiar fenómeno natural añadió otra capa de intriga a este rompecabezas arqueológico.
Barsanti y su equipo se quedaron perplejos cuando el agua de lluvia entró en cascada en la zanja, para desaparecer rápidamente, formando un charco que se sumergía a profundidades de hasta un metro.
Este fenómeno llevó a los expertos a especular sobre la existencia de una cámara o pasadizo sin descubrir que se ocultaba bajo los cimientos de la pirámide.
Desgraciadamente, debido a las limitaciones de la zona militar, las exploraciones posteriores siguen siendo un sueño difícil de alcanzar.
El consenso entre los egiptólogos se inclina fuertemente hacia el origen de esta enigmática estructura en la IV Dinastía.
Las pruebas que apoyan esta hipótesis son sustanciales: bloques de piedra colosales, la presencia de un sarcófago oval de granito y el tamaño de la propia base.
Además, algunos bloques llevan las marcas indelebles de la mampostería, grabadas con el nombre del rey.
Aunque inicialmente desconcertante, la claridad de la inscripción del cartucho ha iluminado el camino hacia la comprensión.
Es probable que este faraón sucediera al rey Huni, último soberano de la III Dinastía, y que fuera uno de los primeros en afirmar su nombre de forma tan definitiva.
Los expertos conjeturan que la Pirámide Norte fue concebida por un gobernante que ejerció su dominio entre los reinados de Khafre y Djedefre, tal vez incluso un hijo de estos ilustres faraones.
Su reinado, aunque breve, dejó tras de sí un enigma perdurable, que atrae a quienes se atreven a explorar las sombras de la historia antigua de Egipto.
Creado el 18 de marzo de 2020
Actualizado en Ago , 2024