La pirámide de Khaba
Explorando la Enigmática Pirámide de Khaba: Una Ventana al Antiguo Pasado de Egipto
La Pirámide de Khaba, a menudo conocida como la Pirámide de Capas, se erige como testamento imperecedero del reinado del rey Khaba, un monarca de la ilustre Tercera Dinastía, que se cree fue el sucesor del enigmático Sekhemkhet.
Este enigmático monumento, que ha confundido durante mucho tiempo a historiadores y arqueólogos, nos invita a adentrarnos en sus misterios, desvelando los secretos de una época ya pasada.
En el año 1900, el renombrado arqueólogo italiano Alessandro Barsanti se embarcó en un viaje de descubrimiento, investigando la Pirámide de Khaba.
En aquella época, el verdadero propietario de la estructura seguía siendo un misterio, oculto bajo las arenas del tiempo.
Sin embargo, fue una expedición estadounidense, dirigida por el intrépido Reisner, la que acabó desvelando sus secretos.
Sus excavaciones, unidas al descubrimiento de algunas tumbas de mastaba en las proximidades, empezaron a arrojar luz sobre esta enigmática pirámide.
Se desenterraron fragmentos con el nombre de “Khaba”, que ofrecían una tentadora visión de la identidad del propietario de la pirámide.
Además, aparecieron piezas de cerámica con el nombre“Narmer“, una revelación que llevó a los historiadores a reconsiderar los orígenes de la pirámide, inclinándose por la Segunda Dinastía.
Enclavada en la vasta extensión de Zawyet el-Aryan, encontramos otra estructura enigmática, la “Haram el-Meduwara”, comúnmente conocida como la pirámide redonda debido a su diminuto tamaño y a los estragos del tiempo que la han asolado.
Esta pirámide meridional tiene una base de unos 84 metros cuadrados, que contrasta con la grandeza de las pirámides más famosas de Egipto.
Concebida originalmente como una pirámide escalonada, la Pirámide de Khaba se construyó con capas de mampostería inclinadas, de las que sólo se conservan los restos de la zona inferior del primer escalón.
Los expertos especulan con la posibilidad de que inicialmente constara de entre cinco y siete escalones, pero hoy su altura apenas alcanza los 16 metros.
Llama la atención la ausencia de los revestimientos originales de piedra caliza que adornaban la pirámide de Khaba, lo que sugiere que el gran proyecto de construcción puede haber sido abandonado, dejando tras de sí un intrigante enigma.
Aventurándose a la esquina noreste de la pirámide, se puede descender a sus cámaras subterráneas por una escalera que conduce hacia el oeste a un pasadizo.
Este pasadizo, a su vez, se extiende hacia el sur hasta un pozo vertical.
En la parte superior del pozo, un segundo pasadizo incompleto retoma la dirección del primero.
Si eliges el pasadizo inferior, llegarás a una segunda escalera que, en última instancia, desvelará una cámara funeraria que, curiosamente, permanece vacía y cuyo ocupante es un misterio perdido en el tiempo.
Si, por el contrario, exploras el lado norte del pozo vertical, encontrarás la ubicación de 32 almacenes, que actualmente permanecen yermos y desprovistos de sus antiguos tesoros.
Lamentablemente, debido a la ubicación de la pirámide en una zona militar, se han llevado a cabo pocas investigaciones y los secretos de la pirámide permanecen en gran parte ocultos.
En el lado norte de la Pirámide de Capas, el intrépido equipo de la Expedición Americana dirigió su atención a una colosal mastaba, intrigantemente designada como “Mastaba Z-500”.
En sus profundidades se descubrieron vasos de alabastro, cada uno con el nombre de Horus de Khaba, el enigmático propietario de esta pirámide.
Sin embargo, la verdadera identidad del poseedor del artefacto sigue siendo un enigma sin resolver, lo que añade una capa más de intriga a la enigmática Pirámide de Khaba.
Ante este antiguo monumento, la Pirámide de Khaba, nos sentimos humildes ante los misterios que guarda, esperando a quienes se atrevan a desentrañar sus secretos, ofreciendo una visión del cautivador mundo del antiguo pasado de Egipto.
Creado el 18 de marzo de 2020
Actualizado en Ago , 2024