Descubrir Ismailia
Pasión de Ismailia: El pulso del fútbol en el corazón de Egipto
En el corazón de Ismailia, una ciudad célebre por su importancia histórica y su riqueza cultural, prospera un equipo de fútbol que ha cautivado la imaginación de aficionados de todas partes.
Conocido cariñosamente como la “selección egipcia de Brasil”, este equipo se ha convertido en sinónimo de un estilo de juego que refleja el estilo, la creatividad y la pasión del fútbol brasileño, como atestiguan sus características camisetas amarillas, que brillan bajo el sol egipcio como el icónico amarillo de la selección nacional de Brasil.
Este equipo, un faro de talento dentro de la liga de fútbol egipcia, ha sido siempre un vivero de jugadores que poseen una habilidad innata para deslumbrar en el campo.
Su enfoque del juego es de arte y delicadeza, dando prioridad a los regates hábiles, los pases precisos y un tempo rítmico que evoca el estilo de samba de sus homólogos sudamericanos.
Es este compromiso con un fútbol atractivo y ofensivo lo que les ha granjeado el cariño de aficionados y neutrales, convirtiendo sus partidos en un espectáculo de pura alegría futbolística.
El apodo de “Brasil Egipcio” hace algo más que destacar la elección de la equipación del equipo o su entretenido estilo de juego; habla de una filosofía más profunda, según la cual el fútbol debe ser alegre, expresivo y, sobre todo, bello.
Este ethos no sólo ha definido la identidad del equipo, sino que también ha inspirado a una generación de jugadores que pasan por sus filas, aspirando a emular a los magos del fútbol brasileño.
A pesar de los retos que conlleva competir en el entorno futbolístico altamente competitivo de Egipto, el equipo ha conseguido sistemáticamente descubrir y desarrollar talentos que llegarían a brillar tanto en el ámbito nacional como internacional.
Este éxito se atribuye a un sólido programa de desarrollo juvenil que hace hincapié en la habilidad técnica, la comprensión táctica y los aspectos psicológicos de jugar un fútbol atractivo.
La influencia de la selección egipcia de Brasil va más allá del terreno de juego; es una fuente de orgullo para la ciudad de Ismailia.
El equipo encarna el espíritu de resistencia, creatividad y belleza de la ciudad, reflejando sus encantadores jardines, sus apacibles lagos y el histórico Canal de Suez que atraviesa su corazón.
En muchos sentidos, el equipo es un testimonio vivo del legado de Ismailia como lugar donde se mezclan culturas, convergen historias y se tejen nuevas narrativas, todo ello a través del lenguaje universal del fútbol.
Mientras sigue engalanando los campos de fútbol de Egipto, la selección egipcia de Brasil no sólo representa a Ismailia, sino que también lleva la antorcha de un estilo de fútbol que da prioridad a la alegría, el arte y la belleza inherente al deporte rey.
Con sus camisetas amarillas, nos recuerdan que el fútbol, en su máxima expresión, es una celebración de la habilidad, la pasión y las infinitas posibilidades que surgen cuando se da rienda suelta al talento y la creatividad sobre el lienzo del terreno de juego.
Aunque hay algunos hoteles decentes que pueden alojar a los visitantes, la mayoría de los viajeros prefieren hacer una excursión de más de un día desde Asuán o El Cairo en la que dedican 3-4 horas a recorrer el templo de Abu Simble, que es sin duda una de las maravillas más fabulosas del antiguo Egipto.
Construido a mediados del siglo XIII a.C., Ramsés II, el constructor de los dos templos y de muchas otras construcciones importantes del antiguo Egipto, quiso reflejar con esta enorme estructura su grandeza ante los habitantes de Nubia y también documentar la victoria que consiguió tras derrotar a los hititas en la batalla de Qadesh.
Los dos templos excavados en la roca estaban situados originalmente al sur de la ciudad de Asuán.
Sin embargo, con la construcción de la Gran Presa en la década de 1960, los Templos de Abu Simble, junto con otros siete templos de Nubia, tuvieron que ser trasladados.